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Todos los días, vemos surgir nuevas tácticas con la única intención de dañar a nuestras comunidades. Todos los días, nuestra comunidad se une y trabaja para promover los derechos humanos y la dignidad frente a estos incesantes ataques. Entendemos el esfuerzo continuo, a nivel nacional, para normalizar las condiciones violentas que los inmigrantes se ven obligados a soportar.
La expansión de los campos de detención diseñados para albergar a niños inmigrantes es inhumana, cruel y parte de una agenda para criminalizar aún más la migración y el acto de buscar asilo. A través de nuestro trabajo con los solicitantes de asilo y los inmigrantes detenidos, hemos aprendido y visto las deplorables condiciones a las que estas comunidades están sometidas por el gobierno federal. Desde lugares insalubres hasta negligencia médica, negación de servicios básicos, sabemos que estas jaulas no deberían existir.
Llamarlos “refugios” para niños es un eufemismo que intenta ocultar las terribles condiciones y los malos tratos a los que se han enfrentado los niños. No queremos más campamentos en nuestra comunidad. Esta administración ya amplió arbitrariamente la detención en decenas de miles de camas, a pesar de que el Congreso no aprobó este nivel de expansión. Este campo de detención de niños propuesto es solo uno más en una línea de expansión sin restricciones que está reforzando un ataque total contra las familias inmigrantes.
Rechazamos la noción de que encarcelar a inmigrantes es una solución. Los funcionarios electos de San Bernardino y Riverside no deberían ser cómplices en la construcción de nuevos "campamentos" para inmigrantes.